En los próximos tres años se sustituirán completamente las tradicionales bombillas de filamentos por las de bajo consumo, las cuales proporcionan más duración y ahorro energético. Además, su proceso de reciclaje permite aprovechar al máximo sus componentes y de esta manera minimizar la contamininación de los residuos.

Recientemente se aprobó en el Congreso la ley que establece que en un periodo máximo de tres años, las bombillas tradicionales quedarán obsoletas en España. Esta medida ha sido acordada en la Unión Europea y otros muchos países la están llevando a cabo en plazos más o menos largos.

La sustitución de estas bombillas no requiere el cambio de casquillo, ya que su forma es similar a las antiguas y su sustitución apenas requiere un pequeño giro de muñeca.

Con el uso de estas nuevas bombillas, supone una disminución del consumo energético de hasta el 80%, que se notará en la factura del hogar. Además, estaremos contribuyendo a la mejora del medio ambiente y el calentamiento global, ya que su contenido en mercurio, un elemento altamente tóxico, es cien veces menor.